En recuerdo de Ayrton Senna

Ayrton Senna da Silva - McLaren

Ha llegado otro 1ro. de mayo y con él recordamos aquel día en que la Fórmula Uno perdió a uno de sus pilotos más talentosos, el mundo perdió a un gran deportista y Brasil perdió a una de sus más grandes estrellas del deporte y benefactor de sus niños.

Y es que Ayrton logró trascender más allá de quienes hemos sido seguidores del deporte gracias a sus hazañas dentro de la pista y también a la atención que recibió por sus actos fuera de ella.

Ayrton Senna da Silva nació en Sao Paulo Brasil el 21 de marzo de 1960. En el aniversario del 2014, vimos que Google dedicó su doodle del día al recuerdo de este acontecimiento. Ayrton habría cumplido 54 años de edad.

Más que venirles a dar un montón de datos, hoy vengo a compartirles mi recuerdo de Ayrton y de las cosas que me movieron de su participación en este deporte que tanto me apasiona.

Comenzaré por contarles que yo empecé a ver las carreras de Fórmula Uno en algún punto de 1985, cuando Ayrton tenía solamente un año de haber debutado dentro de la categoría. 

Les mentiría si les dijera que lo recuerdo en su John Player Special Lotus, porque no tenía la más remota idea de quienes corrían excepto por Alain Prost. En aquel tiempo nadie en mi familia seguía el deporte y no había muchas fuentes de donde obtener datos ya que el automovilismo en México no tenía tanta covertura como otros deportes.

Ayrton Senna, Alain Prost, Nigel Mansell y Nelson Piquet
Lo que sí les puedo decir es que conforme fue pasando el tiempo, pude ver como este chavo se abrió paso en un ambiente sumamente difícil, competitivo y extremadamente peligroso.

Si vieron la película "Rush", seguramente recordarán que uno de los temas centrales fue el peligro que representaba subirse a un Fórmula Uno ya que la posibilidad de que la fatalidad se hiciera presente en cada carrera era una constante. Ayrton Senna fue un hombre que corrió teniendo siempre en mente esta posibilidad y aun así, nunca soltó el acelerador.

De las cosas que recuerdo de él en la pista está precisamente esa necesidad suya de ser rápido, de pasar a quien estuviera por delante y de llevar el auto al límite, la gran mayoría de las veces con mucho éxito.

Creo que nadie en la vida ha vuelto a dominar una pista mojada como lo hizo él y eso es algo que se quedará grabado en la historia aunque sus records sean rotos por otros pilotos. 

Ya para 1987 yo estaba un poco más empapada del deporte, aunque no entendía bien las reglas y todo lo que implicaba, ya me eran familiares nombres como: Nigel Mansell, Nelson Piquet, Martin Brundle, Ricardo Patrese, Stefan Johansson, Michele Alboreto, Gerhard Berger y por supuesto, Ayrton Senna.

Vi algunos agarrones que Senna tuvo en pista con Nigel Mansell, pero en aquel tiempo Nelson Piquet era el piloto brasileño más destacado, tanto que su talento lo llevó a convertirse en campeón del mundo de ese año con Williams, mientras vimos que su compatriota dio batalla que lo colocó en el tercer puesto detrás del británico Mansell a cuatro puntos de distancia.  

Recuerdo que uno de los días más emocionantes para mí fue cuando se dio la noticia de que Senna correría para McLaren el año siguiente. Si les tocó leer la nota que subí a Facebook el día en que se dio la noticia de que Sergio Pérez correría para McLaren, ahí pueden darse una ligera idea del tipo de emoción que sentí al saber que un piloto de la garra de Senna sería compañero de mi querido profesor. Sabía que ése volvería a ser año de McLaren y que sería difícil quitarles el título en un buen rato.

Lo que nunca imaginé es que el carácter de ambos les jugaría chueco y que aunque hicieron muchos acuerdos entre caballeros, estos fueron olvidados en el momento en que se puso en juego la punta de cada carrera que compitieron.

Fue entonces que la Fórmula Uno tuvo una de las rivalidades más memorables desde aquella que fue tema central de la película "Rush", entre Niki Lauda y James Hunt. La única diferencia con esta fue que los pilotos trabajaban para el mismo equipo y no para un rival.

Ellos me dieron la primer y más importante lección de este deporte: "En la pista no hay amigos, todos compiten para ganar". Y bueno, qué puedo decirles sobre el manejo de los equipos. Ahí aprendí que las escuderías también vienen a ganar y lo harán con y a pesar de sus propios pilotos.

En ese entonces recuerdo haber disfrutado mucho los triunfos de Senna y celebré su primer campeonato con "mi equipo", en su auto con colores y diseño de la marca de cigarros (esos que en aquellos días fumaba mi padrino) y que era su patrocinador principal.

Ayrton Senna McLaren MP4/6 1991
Gran Premio de los Estados Unidos
Pero como Ayrton se puso al tú por tú con mi ídolo, la balanza se inclinó hacía el otro lado y entonces me convertí en una crítica muy severa de lo arriesgado de sus maniobras. 
  
Para mí en aquel entonces me parecía una locura que Ayrton manejara de forma que parecía tan "irresponsable". Y aquí creo que debo decirles que la razón por la que me gustaba el manejo de Prost era porque él era calculador, fino y no arriesgaba más de lo que podía ganar o perder.  El deporte mismo ya era peligroso como para jugársela más por unos puntos, una copa o un título.

Claro que esa era la manera de pensar de una adolescente que "admiraba los toros desde la barrera". Cuando se está del otro lado de la moneda deportista/aficionado, es fácil decir lo que ellos hacen bien o mal. 

A la luz de los años y después de escuchar testimonios de gente como Niki Lauda en su relación con James Hunt, me di cuenta de que Prost y Senna eran rivales y hasta enemigos en la pista, pero que fuera de ella fueron dos tipos que llegaron al lugar que alcanzaron dentro de la historia de la Fórmula Uno gracias a esa rivalidad que los impulsó a mejorarse. Desde entonces valoro mucho la existencia de los némesis. 

Con todo y la rivalidad entre Senna y Prost, fui muy feliz de verlo coronarse dos veces más con McLaren, la última ya sin Prost tan cerca porque se había ido a Ferrari; después de aquello como que el ambiente se relajó un poco y la vida de Senna fue diferente cuando tuvo por compañero al genial Gerhard Berger. 

Verlo irse a Williams en el 94 fue algo que no me causó gran sorpresa, más cuando supe que la condición para que eso sucediera era que Prost ya no estuviera ahí y el 93 fue su último año como piloto en la Fórmula Uno, así que lo que quedaba por delante era ver una nueva rivalidad con alguien más.

Todo fue bien hasta ese fin de semana entre abril y mayo de 1994. Sobre el circuito Enzo y Dino Ferrari ya se había colocado una nube negra que había herido a Rubens Barrichello el viernes y se había llevado la vida de Ronald Ratzenberger el día anterior en lo que fue uno de los accidentes más aparatosos después de aquel en donde Niki Lauda saliera herido de gravedad, pero afortunadamente con vida. 

No fue sino hasta que vi la película documental "Senna" que supe el impacto que este hecho causó en el brasileño y la forma en la que Ayrton viviría sus ultimas horas.

Recuerdo la carrera, recuerdo que la lucha era entre Senna y quien se coronara campeón al final de aquella temporada en su Benetton, el ahora siete veces campeón, Michael Schumacher. Recuerdo haber visto la famosa toma de televisión en donde se ve que el auto de Senna simplemente se va contra la barrera después de salir de la curva conocida como "Tamburello" en la vuelta 7 y después de eso nada. Ayrton no se movió ni hizo nada por salir del auto... estaba viviendo sus últimos instantes. 

"No sale del carro, no sale del carro", fue lo que dije parada frente al televisor sintiendo un agobio muy parecido al que me provocó la noticia de la muerte de Ronald unas horas antes. "Eso no es bueno", dije y me dejé caer en el sillón sin perder de vista lo que las asistencias hacían y luego las incontables veces que se repitió la escena del accidente para intentar darle un sentido a lo que acababa de ocurrir.

Y bueno, como todos sabemos, la carrera fue reanudada tiempo más tarde y después se dio a conocer la noticia de que Ayrton Senna había muerto. Su auto fue llevado en una grúa para ser examinado porque en ese momento no se sabía si aquello había sido un error de Ayrton o una falla del Williams. 

Además de los grandes accidentes de los que ya les hablé, incluido el de Senna, en esa carrera fueron heridos ocho aficionados y un policía cuando un neumático y otros desechos del choque en la arrancada entre Pedro Lamy y J.J, Letho, salieron volando a una sección de la tribuna principal. Si esto les parece poco, más tarde, cuatro mecánicos (tres de Ferrari y uno de Lotus) fueron atropellados por Michele Alboreto al salir de pits después de un cambio de neumáticos.

Después se supo que tras el accidente de Ratzenberger, Senna habló de los serios problemas de seguridad con Prost y que ambos hablaron del reestablecimiento del "Grand Prix Drivers' Association" con la intención de que se mejoraran las medidas de seguridad dentro de la Fórmula Uno. Siendo Ayrton uno de los pilotos más experimentados en ese momento, él mismo se ofreció a tomar el liderato a partir de la siguiente carrera que sería el Gran Premio de Mónaco.

A pesar de que el Profesor Sid Watkins (médico y amigo personal de Senna) trató de persuadir a Ayrton de correr aquel domingo, éste le dijo que no podía dejar de correr, así que aunque su rostro y su consternación parecieran motivo suficiente para pensar que no se subiría al auto, realmente no hubo nada en la vida que pudiera detenerlo para evitar tan lamentable pérdida.

Como era de esperarse, el funeral de Ayrton fue un evento conocido y atestiguado por mucha gente alrededor del mundo. Su muerte fue una tragedia nacional en Brasil y su cuerpo fue enterrado en medio de una enorme cantidad de gente entre su familia, amigos, compañeros, miembros de los equipos, celebridades, autoridades y por supuesto sus admiradores.

Recordar aquellas imágenes me llena de tristeza no solo por lo que Ayrton representó para el deporte, sino por todo lo que se quedó en el camino y que ya no pudo entregar en la pista. Personalmente me hubiera gustado mucho verlo competir contra Shcumacher. Sin duda eso le habría dado un sabor muy especial a la máxima categoría durante los años que siguieron.

Hoy lo recordamos por sus hazañas pero sobre todo por lo que hizo en beneficio de muchos, empezando por los que practican este deporte en la actualidad. Gracias a lo ocurrido aquel fin de semana en Italia, las medidas de seguridad de los autos han sido prioridad en el diseño de los Fórmula Uno. Si ahora vemos que el piloto está casi totalmente cubierto por la estructura del chasis, si los vemos con esa estructura que se ponen sobre los hombros es porque ya dos hombres dieron su vida por estar expuestos en esta parte de su cuerpo. 

Ayrton Senna celebrando sus primeros 100 Grandes Premios
durante el GP de México
Han pasado veinte años y los pilotos que hoy corren en la Fórmula Uno no conocieron personalmente ni a Ratzenberger ni a Senna, pero todos conocen el legado que dejaron y son admiradores de su talento. Para muchos de ellos, Senna es una inspiración y un modelo a seguir. Muchos también lo ven como el nivel que hay que alcanzar y superar.

Personalmente no creo que se vuelva a ver a un hombre con las características de Ayrton Senna. Podemos ver muchas cualidades muy valiosas en hombres como Vettel, Alonso y Räikkönen, pero hasta este momento no ha habido quien lo emule y eso hace que lo extrañemos mucho más.

No podemos decir que nunca vendrá un talento más grande que el de Senna, pues ya la vida nos ha traído a pilotos que han cosechado muchos más logros de los que pudo tener Ayrton a lo largo de su vida deportiva, pero una cosa es segura, el talento y la pasión que Senna dejó en la pista es algo que difícilmente será superado y definitivamente nunca será olvidado.


"Nada puede separarme del amor de Dios"
Ayrton Senna da Silva 1960-1994

Que En Paz Descanse, Ayrton Senna da Silva.


La Selección de Brasil, Campeona del Mundial de 1994
dedicando su triunfo al entonces recién
desaparecido Ayrton Senna

Fuente: Wikipedia
http://en.wikipedia.org/wiki/Ayrton_Senna

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