Nadie es profeta en su tierra ¿O sí?

Creo que una de las mejores cosas que le puede ocurrir a una persona es triunfar en su tierra. Todos conocemos el dicho aquel que reza que "nadie es profeta en su tierra", así que cuando algo sucede que cambia el curso de las cosas para decir lo contrario, nos alegramos porque entonces eso significa que algún día nosotros mismos podremos ser profetas en nuestra propia tierra.

Pero la realidad es que el dicho es el hecho y lo demás es la excepción.

Este domingo Daniel Ricciardo logró lo que ningún otro australiano en la Fórmula 1: estar en el pódium del Gran Premio de Australia.

Y miren que todo estuvo en contra; ciertamente tiene el auto más codiciado por todos los triunfos que ha tenido la escudería y su fabricante de motores en los pasados cuatro años, pero también de los que tristemente más problemas han tenido desde el inicio de la pre temporada.

De algún modo, Daniel Ricciardo logró deshacerse de la especie de maldición que tienen los pilotos australianos (que son compañeros de equipo de pilotos con enorme talento y que corren desde que tienen tres años de edad… bueno, seré más clara en que no es plural y que me refiero a Mark Webber) para superar y por mucho, las circunstancias problemáticas de su equipo y la preferencia que puede ser que el equipo sienta por su piloto estrella (Sebastian Vettel).

Y nos sorprendió ver a un piloto de no mucha experiencia, sacar adelante un auto problemático con resultados diametralmente opuestos a los de su compañero de equipo.

¿Pues qué no traen el mismo auto?

En su esencia básica el RB10 de Vettel es exactamente el mismo que el de Ricciardo, la diferencia estriba en el conjunto de pequeñas (o grandes) configuraciones que se hacen de los sistemas para adaptarse al estilo de manejo de cada piloto. Y es que aunque nos parezca que todos los pilotos hacen exactamente lo mismo sobre la pista, esto no es así. Cada piloto tiene su propia técnica para acelerar en una recta y para tomar curvas de diferentes características mientras le saca el mayor poder a su motor y jugo a la aerodinámica de la que dispone.

Todo este rollo mareador es nada más para explicar que es posible que la configuración de Ricciardo le caiga mejor  a las características de diseño y estructura que el RB10 tiene en este momento, que las de Vettel. También es un hecho que los problemas existen, piezas que fallan, pero todos sabemos que un sistema que es tan complejo como ahora es un Fórmula 1, tiene infinidad de cosas que pueden fallar solamente si se disparan ciertas condiciones y ¿qué creen? Todas esas condiciones son las que se cumplen en el auto de Vettel.

No vamos a poner en duda la calidad de Ricciardo, ni tampoco vamos a demeritar el enorme talento de Vettel (si lo hacemos, tendríamos que juzgar a todos los campeones con los mismos parámetros y como que eso no aplica porque las condiciones de cada uno han cambiado con el paso en el tiempo), así que el asunto de la descalificación del piloto australiano de Red Bull se la achacaremos a una desobediencia del equipo.






Si solamente conocen los hechos (El auto 03 fue descalificado por exceder consistentemente el límite de flujo de combustible de 100kg/hr), les platicaré el fondo de todo esto.

La FIA emitió un comunicado con 10 puntos (razones) por las cuales tomó la decisión de excluir al piloto de Red Bull Racing identificado con el número 3, de la lista de clasificación de la carrera y con ello, promover al resto de los pilotos y equipos de dicha lista.

Pero como ya les eché un rollo bastante largo al principio, no los voy a dormir con tanto detalle.

El caso es que la FIA proporciona a todos los equipos un medidor para saber si el flujo de combustible de cada auto está por debajo del límite que la nueva regla impuso. Como todo lo nuevo, el medidor no ha resultado ser tan exacto en la información que arroja y su funcionamiento ha venido a ser un problema más que cada escudería tiene que resolver. Para Red Bull, entre los quinientos problemas que tiene que resolver (sé que es una exageración pero de vez en cuando viene bien el drama), el que el bendito medidor les da, no es uno de prioridad ya que tienen métodos alternativos para asegurarse de que cumplen con dicho punto del reglamento.

El medidor que les proporcionó la FIA les genera discrepancias entre lo que midió en las prácticas libres y lo que realmente se gastaron de combustible, por lo tanto Red Bull se lo dijo a la FIA y la federación se los cambió por otro que usaron en la calificación del sábado y que también dio discrepancias, por lo que la FIA le pidió a Red Bull que instalara el anterior y que le diera una especie de reseteo o re-calibración (con instrucciones muy precisas) y que lo usaran para la carrera.

Red Bull (que siguió sin confiar en el medidor), decidió no usarlo y tomar sus propios métodos para medir el flujo de combustible con datos que ellos consideraron confiables.

Al darse cuenta de esto, la FIA le dijo a Red Bull  en la sesión de calificación del sábado y en la carrea del domingo por ahí de la vuelta 5: “Tu auto con el número 3 está sobrepasando el límite permitido de 100kg/hr de flujo de combustible”. Red Bull ignoró esta advertencia y la cosa siguió adelante.

Pues sí, Ricciardo no solo logró llegar al final de la carrera, sino que lo hizo en el segundo puesto y cabe la pregunta: ¿Habría logrado lo mismo si su RB10 hubiese tenido el medidor homologado por la FIA? Es probable que sí. Vamos, el aparatejo es un medidor y no creo que sea pieza clave para hacer que un auto corra o no. Son demasiadas cosas a considerar, pero veamos que con todo lo inmadura que pueda ser su tecnología, los otros equipos corrieron con él con los resultados que ya les vimos.

No es el punto focal si Red Bull hizo “trampa” para lograr llegar al pódium como lo hizo, porque podríamos pensar que si tuvo más flujo de combustible que el permitido probablemente eso les dio la ventaja sobre el resto de los autos, pero es evidente que una compañía de su categoría y prestigio no va a caer en cosas tan simplistas para mantener su hegemonía, aquí lo que se castigó fue salirse de la norma.

La norma es clara en cuanto a establecer el límite, pero también establece la manera en que la federación se asegura de que cualquier auto (de cualquier característica dentro del a Fórmula 1), no se sale de ese límite y eso es a través del uso de un aparato que ellos mismos otorgan.

Que si el aparto es de tecnología inmadura y ocasiona muchos problemas, como asegura Christian Horner, es algo que no ponemos en duda, pero también entendemos que en el momento en que la FIA le permita a todo el mundo sacar sus propias mediciones, se corren riesgos muy severos que pondrían en duda la integridad del deporte.

Ahora sí que sobre aviso no hay engaño y Red Bull no puede alegar que le sorprendió la penalización sobre el pobre de Ricciardo (quien por cierto no tiene la culpa y el mismo comunicado de la FIA lo dice).  Por eso es tan importante  no hacer cosas buenas que parezcan malas.

Lo que sigue es un proceso de apelación que parece ser que se dará hasta finales de abril. Horner confía en que tiene la razón a su favor porque tiene datos que indican que no infringió la regla del límite de flujo de combustible y también tiene pruebas de que el medidor otorgado por la FIA no es confiable, pero como veo las cosas, ni con todo esto logrará que la federación le devuelva su trofeo de segundo lugar a Ricciardo, quitándole los puntos al resto de los pilotos y escuderías por el simple hecho de que todos los demás equipos sí corrieron cumpliendo la norma y usando el medidor homologado, siguiendo las instrucciones técnicas de la FIA, por más problemáticos e inexactos que estos medidores pudieran ser.

Para saber el final de esta historia tendremos que esperar algunas semanas y esto ha sido un revés muy duro para la escudería, pero ciertamente lo es más para el piloto por todo el valor emocional que tiene lograr lo que ningún otro compatriota ha logrado en casa, pero no todo está perdido para el joven de la sonrisa eterna. Todavía queda toda la temporada para hacer pódiums y para pelear por el campeonato y me atrevo a decir que todavía le quedan también muchos Grandes Premios de Australia por conquistar.

Nico Rosberg domina el Gran Premio de Australia. (EFE)
¡Nos vemos pronto! 

Nota: Si no se han dormido después de tan larga entrada y les interesa conocer a detalle el comunicado de la FIA, les comparto la página de Fórmula 1 al Día en donde viene traducido al español.




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